jueves, 28 de octubre de 2010

Se apago la luz. Una rafaga habia apagado tambien las velas. No se entendio mucho, pero alguien pidio calma y solo recibio gritos.
No soy. No existo.
Y todo se vuelve negro, se apaga la luz.
Y llamas a mi puerta.
No viniste para salvarme, viniste para ser.

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ESTA TODO PERMITIDO, SEÑORES.