domingo, 13 de febrero de 2011

No quiero que me den explicaciones. No quiero que me digan cosas que en el fondo ni sienten. No quiero, no tiene sentido. Necesito que alguien me seque de este baldazo de agua fría que cala hasta los huesos. A fin de cuentas, necesito lo que todos necesitan: cariño. Cariño del bueno, del que es de verdad, del que se siente en lo más profundo. No, no necesito un pibe que me diga cosas lindas y me chamuye. Necesito a mis afectos cerca, acompañándome en esto que debía ser un gran año, pero termino siendo un principio tan fulero.
Cuando me siento en ese living a contar historias de la vida con ellas, y nos reímos como locas, me acuerdo de lo bueno que es sentirse bien. Ellas, hermanas postizas, me hacen acordar que algo vale la pena en todo esto. Que si la luchamos es por algo, para descostillarte de la risa con amigas, para revolcarte porque no podes más de la alegría. Pero cosas como hoy, como ella gritándome sin entender porque, yo gritándole a Cam porque ya no doy mas, llorar sola en el cuarto de eve, sentirme mal acompañada y cosas así, hacen que me olvide que por algo sigo estando acá.
Estoy intentando re descubrirme, re descubrir lo que tengo cerca y quererlo más. Me la están haciendo tan difícil que me dan ganas de reventar lo poco que queda cerca. Rompo carteles, tiro vasos, grito a la nada.
Agua fría, un bon o bon tirado desde la ventana de Benja, un mensaje nunca contestado de Nacho, el short y la remera de pijama y a dormir.
Al final del día todo cambiara. Y al fin y al cabo, cuando me levante, ya la tormenta habrá pasado.

1 comentario:

  1. La catársis es parte de mi y es lo que me inspiró a volcar toda mi locura en un blog.
    Anduve leyendo también, y te encanta hacer catársis. Hay algo que nos une.
    Y como vos dijiste, los blogs se encuentran.
    Si hay un Dios, él los cría y el viento los amontona.
    Te felicito. Abrazo!

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ESTA TODO PERMITIDO, SEÑORES.