Mandala. Aquella noche de lluvía, sentada bajo el umbral de aquella casa que se caía, se sinceró. Dijo, en un tono pausado y bajo, que el amor era lo que la había convertido en lo que era. Amar mucho la había desarmado, vuelto oscura, y sombría. '-Amar duele- dijo- pero amar mucho te rompe en mil pedazos.'
La sabiduría de mandala, que aún era una pendeja histerica, hacía que todo lo demás parezca absurdo e innecesario-.
que lindo!
ResponderEliminarquiero conocer más de Mandala, jaja.
saludossssss Sariña.