viernes, 17 de junio de 2011

Los grandes se van rápido.

No comprendo muy bien, todavía, el funcionamiento de este mundo. Digo todavía, porque esta en mi el deseo de algún día comprenderlo perfectamente y así poder hacer uso y desuso de su sabiduría, pero mientras tanto me conformo, simplemente, con la búsqueda del mismo. El año pasado, tarde y por un hecho fortuito, entre en conciencia de como el mundo esta hecho para grandes. Grandes que ocupan mucho espacio, que se merecen su lugar, y que lamentablemente se van rápido. En este mundo que corre, los grandes duran poco en la tierra, y parten antes que todos nosotros. Empiezo a creer que es porque llegan solamente para marcar una diferencia, y luego, antes de desgastarse, se van. Siempre nos dejan con ganas de más, y su vacío se siente durante mucho tiempo. Tanto que a veces es simplemente imposible recuperarse.
Hay días en los que te acordas que hace un tiempo el mundo estaba lleno de grandes promesas, de pasiones, de aires de futuro, y que siempre, por sobre todas las cosas, había algún transgresor que nos llenaba los pulmones de alegría. Entonces mi mente no puede parar me maquinar el porque de que este mundo se lleve a los grandes, a aquellos que transgreden, a aquellos que buscan ir más alla. ¿Por qué, señor Mundo, nos deja sin esos pedazos de cambio? ¿Por qué esa necesidad de vaciar este mundo duro, de aquellos que intentan sobreponerse y salir adelante?. Será otro misterio más a develar.
Y entonces me calmo un poco y me quedo dormida. Me levanté hoy pensando en las mañanas antes de entrar al colegio escuchando la radio. ¿Cuantas personas saben que el 11/06/09 fue el último programa que Fernando Peña hizo, desde una habitación de clínica, y que salió al aire mientras en el control todo era angustia?. ¿Cuantas personas, díganme, sabían que el 15/06/09 Peña salió al aire, casi sin poder respirar, para decir básicamente que el dolor lo estaba llevando al final?. A mi entender, es doloroso saber que dos días mas tarde el espectáculo estaba de luto porque un grande como él había partido. Y al día siguiente nadie se acordaba.
Hubo un 12/03/08 que la televisión Argentina lloró. Despedir a un pequeño gigante (él se lo merece, el titulo de grande le queda chico) no es fácil. Canales y canales diciendo que Guinzburg se había ido, de repente, de la nada. Y se sintió el aire pesado, y el humor se quedaba con uno menos, con una falta prácticamente irremplazable. Y no, se intentó pero no se pudo. Un ser como el no tiene ni comparación ni nadie que quiera ser como él. Era magia que destilaba con su pequeña altura. Y hacía del mundo algo habitable. Y no esta más. Díganme ustedes, si sabían que en un principio él fue internado por una fractura de vertebra. Cosas que nadie sabe, y que él había escondido, sin querer que el país lo tratara por menos al estar enfermo de cáncer pulmonar. Grande entre los grandes, hoy nos hace reír desde arriba. Pero acá abajo necesitamos de esas risas ingenuas, ¿dónde están?
Hace un tiempo, los escenarios se quebraron. ¿Hugo Midón dónde esta? Un tumor se lo llevó donde nosotros no podemos verlo, con sus obras magnificas y un escenario enorme.
¿Ahora me entienden?. Sigue la eterna lista de grandes que se fueron, que el mundo se los llevó para que sigan con su magia en otro plano. Y duele. Duele porque se siente que el aire no se renueva, que los que quieren transgredir ya son pocos, y se van yendo  de a poco. Y los heroes se van quedando sin lugar en un mundo tan frío.
Si me dan tiempo de nombrar otra grande, tengo que hablar de aquella que le peleo con uñas y dientes a ese destino puto que la vida le había deparado. Hizo tanto por tantos, que se el suficiente tiempo como para asegurarnos que ella esta bien donde hoy esta. Entre música y libros, de quien aprendí mucho, recuerdo a Loli con una sonrisa de oreja a oreja, y se merece la palabra Heroína, con mayúscula y letras grandes. Se merece tanto.
Fuera de las artes, lo que me hizo caer en la cuenta de todo esto fue ver una foto de mi Abuelo no Abuelo. Él, que no es mi abuelo de sangre y con el que nunca compartí más que alguna cena o almuerzo, demostró que en esta vida todo se puede. Viniendo desde abajo, hizo de su mundo algo muy alto. Y llegó tan lejos que sorprende. Hoy me arrepiento de tanto, y pienso que si las cosas hubiesen sido distintas nada de esto sería así. Lombardi me enseño, sin darse siquiera cuenta, que pelearla por los sueños te lleva a donde querés ir. Y no puedo negar, ni esconder, que él fue otro Grande. Un grande que gracias a Dios formó parte de mi vida, y me lleno de esperanzas.
Y si tengo que ser sincera con todos ustedes, no podría negar que la partida de todos estos grandes hizo de mi hoy. Pienso en todos y cada uno de ellos.
El mundo se esta quedando sin héroes, y eso me dan más ganas de pelearla... y rendirles tributo a aquellos grandes que se fueron antes de tiempo, y por putas enfermedades putas.  Sean donde sea que estén, SALUD. Cuiden de este mundo frívolo, y fumen tranquilos... desde mi metro cuadrado voy a pelear para que este mundo no termine de caer.
Hasta pronto, Grandes.

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