viernes, 29 de julio de 2011

Se perfectamente que fue lo que me dejo muda.
Intento no mirarme a mi misma, no confesarme frente al espejo que algo me dejó en silencio, me regaló ganas de dormir horas y horas y no brillar más. Pero en el fondo, bien en el fondo, no necesito del reflejo para mostrarme que pasó.
Mi pared esta llena de fotos, de momento en los que gente feliz quería quedar perpetuada en el tiempo. Una vez más la vida me demostró que ni las fotos sirven para quedarnos en el siempre jamás.
Mi pared esta llena de fotos tuyas, y vos no estás más en este mundo.


Sus anteojos siempre fueron demasiado grandes para su cara, las cejas muy peludas, las pestañas muy largas. Su gran dentadura, original, constaba de dientes enormes, con las paletas levemente separadas. Siempre me causaron ternura sus paletas. Su parecido con Shrek, su panza, sus manos grandes que no lo dejaban apretar botones, sus manías, su risa lenta y pausada.
En el escritorio del fondo hay aprox. 30 cajas, cada una con su rotulo. Es imposible perder algo en esas cajas. "Levene", "Riobamba", "Uriburu". Su teclado perfectamente acomodado por él, sus anteojos, sus hojas marcadas, los telefonos pegados en el panel del escritorio. Su computadora que tanto laburo.
Su gran amor por la comida, pero igual comer lo mismo todos los días. El ananá en almíbar, el Shimmy, las pastas,  las tortas, el chocolate, las novelas, los libros.
El amor.
Tu amor.
El amor que me enseña a levantarme todos los días.


Me dejó muda no tenerte más. Verte ir, sentirte lejos. Me deja muda el dolor, las ganas de abrazarte una vez más, llorarte.
Me dejó muda el saber que hay algo que me falta.
Y ya no sé si voy a poder seguir gritando.

1 comentario:

  1. Lloro. Todavía no puedo evitar recordarlo y tener un nudo en la garganta, sacudir la cabeza y tratar de pensar en otra cosa.Todavía no se si caí.

    Te quiero prima mía.

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ESTA TODO PERMITIDO, SEÑORES.