sábado, 2 de abril de 2011

Si un día vas caminando por la calle y escuchas al viento llorar: ríe. Si durante una tarde de sol, sientes que el  cielo se quiebra: suelta una carcajada. Si cuando caminas por la calle, sentís que despacito el suelo se va a abriendo: canta. Y entiende, que las malas pasadas se curan con alegrías del alma. No se suelta un dolor si no es riendo, cantando, bailando. Esa sensación que llena el alma de odios, se va despacito si uno camina hacia la felicidad.
Y, amigo, acá estará mi mano para llevarte a donde sea. Si tengo que reír, bailar o cantar con vos, lo haré con gusto. Con mucho más gusto me acostare a tu lado y llorare hasta el amanecer.


El dolor se cura a fuerza de amigos.

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